Viajes, motor, moda y tendencias, economía, pasatiempos varios.
Ah, el periódico del domingo y los suplementos, un binomio inseparable. Capaces de satisfacer todos los gustos, de ahí que vengan insertados como revistas independientes e individuales.
Porque en mi familia, como supongo que en muchas, nos abalanzamos todos a la vez sobre el diario como una jauría de buitres hambrientos. Y con los benditos suplementos, se minimizan los parricidios, crímenes pasionales, discusiones blandiendo una navaja y demás incidentes. Y es que una casa llena de gente que se levanta de mal humor es un polvorín a punto de estallar.
Así, mientras alguien se atrinchera en el baño para cagar, se puede leer la crónica de sociedad, al mismo tiempo que otro, desayunando, envidia malsanamente los viajes que se pega el corresponsal de turno .
La única pega que tienen los suplementos es que van insertados en el centro del periódico, y rompen la numeración de éste. Normalmente no ocurre nada por eso, pero cuando viene una entrevista a Sarkozy en las dos páginas centrales, y la casualidad conspira con un texto y una foto de lo más apropiados, pasa que abres el periódico, y te encuentras con ésto:
Cuando en realidad el pobre maquetador quería decir ésto: