Según la Wikipedia, El esquema Ponzi es una operación fraudulenta de inversión, que implica el pago de prometedores o exagerados rendimientos (o utilidades). Esta estafa consiste en un proceso en el que las ganancias que obtienen los primeros inversionistas son generadas gracias al dinero aportado por los nuevos inversores que caen engañados por las promesas de obtener grandes beneficios. El sistema sólo funciona si crece la cantidad de nuevas víctimas. Es una forma sofisticada de pirámide económica.
Muchos han sido los exponentes de esta técnica, que por otra parte está terminantemente prohibida en muchos países. Ahora me vienen a la cabeza Gescartera, Fórum Filatélico, o el más reciente escándalo Madoff. Pero hay un caso, que aunque no se le pueda llamar estrictamente esquema Ponzi, tiene un curioso parecido con éstos: el modelo productivo español.
Construir viviendas a cascoporro, muchas más de las realmente necesarias, porque total, los compradores te las quitan de las manos.
Compradores que se hacen con un piso, dos, cien, o todos los que el banco les permita. Les da igual el precio que tengan, porque su finalidad es venderlos a un precio superior. Obteniendo unas ganancias escandalosas, sobre todo si se tiene en cuenta que no han añadido ningún valor al inmueble, que por otra parte, por pura lógica de mercado, es un producto que debería sufrir una depreciación con el paso del tiempo.
Y así, la pirámide crece, y las viviendas pasan de mano en mano, muchas de ellas sin ser moradas un solo día. Y el sistema funciona, y lo hace siempre y cuando las casas encuentren nuevos compradores en la base de la pirámide.
La economía española de los últimos años ha estado basada en un modelo de timo piramidal. No me extraña que ahora que ésta se ha derrumbado, no sepamos ni cómo salir de la ciénaga infecta en la que nos hemos sumergido.