Cuando uno tiene entre manos una herramienta de la que desconoce por completo su funcionamiento sólo tiene tres opciones: pagar a profesionales para que lo hagan por él, pedir ayuda a algún abnegado amigo cuyos conocimientos sobrepasan los de uno propio (léase el amigo informático del que sólo nos acordamos cuando se nos jode algo), o bien salvar la papeleta con el método ensayo y error.
Como no tengo dónde caerme muerto y el amigo informático soy yo, cuando empecé en esto de los blogs no me quedaba otra que probar y probar hasta conseguir resultados.
El domingo lo hice otra vez, y qué cosas, me cargué el blog entero. Tenía una copia de seguridad (pensé que total pero resultó ser más parcial que el jurado del Premio Planeta).
Casi todo está reparado, pero no se extrañen al ver cosas raras estos días. Y a los suscriptores del feed (si es que acaso alguien se sindicó a este humilde blog aparte de un servidor), mil disculpas por el contenido duplicado, pero no sé cómo evitarlo.
un viejo truco para cagadas de este tipo es reiniciar, aunq no creo q te sirva en este caso.
no queda nada bien q le pasen estas cosas al «amigo informático»
😉
Tengo el título y todo, pero no he ejercido la profesión ni un solo día, así que no me preocupa la mala fama.
Justo antes de la hecatombe añadí tu enlace a la lista, pero qué cosas, se borró también 😛